sábado, 20 de junio de 2009


Objetivo: Realizar desplazamientos de diferentes formas por escaleras en distintas posiciones.

Materiales: escaleras.

Parte Inicial:

  • Cada niño se desplaza dando palmadas: arriba, al frente y a un lado y otro. Caminando, saltando, corriendo.

  • Continuar caminando y al encontrarse con el amigo dar palmadas uniendo las dos manos de cada uno: arriba, abajo, al frente, a un lado y otro.

Parte Principal:

  • Colocar escaleras en el piso y caminar: pasando entre cada peldaño, por arriba de estos apoyando manos y pies, por los bordes con las piernas separadas, por arriba de los peldaños haciendo equilibrio.

  • Colocar las escaleras horizontalmente a una pequeña altura y caminar hacía adelante y lateralmente entre los peldaños. Posteriormente colocarla inclinada en uno de sus extremos para subir y descender apoyando manos y pies.

Se les propone el juego: "Gato y ratones".

Los niños se situarán alrededor de un círculo grande dibujado en el piso o marcado con cuerda en el área. El adulto estará agachado en el centro del círculo con los ojos cerrados.

A la señal los niños se desplazan en cuadrupedia hacia el adulto, imitando a los “ratones” y al encontrarse cerca, este que hace de “gato” dirá misu, miau y los ratones saldrán del círculo, para que el gato no los capture. Se repite libremente. El primer niño(a) capturado sustituye el papel del adulto y posteriormente cada niño capturado pasa a ser gato, junto con el niño(a) atrapado, de forma que aumenten la cantidad de niños perseguidores.

Parte Final:

Al final del juego, se sientan en el círculo para cantar una canción.

Actividades motrices en los niños de 5 a 6 años de edad

Objetivo: Ejecutar desplazamientos en parejas de diferentes formas por planos a altura.

Materiales: cuerdas, bastones, pelotas, aros, bancos, objetos varios, instrumento musical.

Parte Inicial:

  • Los niños(as) caminan dispersos por toda el área y después se encuentran en parejas. El adulto indicará: se unen unas parejas con otras de la forma que deseen y continúan caminando, hacía adelante, hacía un lado y el otro lado, saltando hacía adelante y a un lado y otro. A otra señal vuelven a caminar individualmente.

Parte Principal:

  • Se les propone jugar con las cuerdas individualmente: caminar y saltar por arriba de cuerdas colocadas en el piso y después atadas a obstáculos a una altura del piso, pasarlas de diferentes formas. Posteriormente se invita a cada niño a realizar lanzamiento y captura de la cuerda: hacia adelante y atrás, con dos manos y una, alternadamente.

  • Se les propone conducir la pelota con la cuerda, llevándola cada niño de la forma deseada. Continuar realizando lanzamientos de la pelota individualmente, en parejas y tríos, puede realizarse de pie, sentado etc.

  • Posteriormente pueden caminar por un banco o muro haciendo equilibrio con un objeto que se coloca en distintas partes del cuerpo: la cabeza, el hombro o con la misma pelota del juego anterior.

Se propone jugar a: “El salto musical”

Se marcan dos líneas una de salida y otra de llegada a una distancia de 4 metros. Los niños se organizan uno al lado del otro y se colocan en la línea de salida.

El adulto con un instrumento musical (de percusión) marcará un golpe y en ese momento los niños darán un salto, si marca dos, darán dos saltos, etc. No debe dar más de tres golpes seguidos. Mediante los saltos los niños se desplazan desde la línea de salida hasta la de llegada. El primero en llegar sustituye al adulto o al niño(a) que esta en la línea de llegada.

Parte Final:

  • Caminar lentamente dando golpes suaves con los pies, los golpes se producen cada vez más suaves hasta caminar en silencio.


  • Las capacidades coordinativas se manifiestan al saltar, caminar y correr combinadamente: lateralmente, hacia atrás, hacía arriba, abajo. Mantienen muy bien el equilibrio al caminar por vigas y muros de diferentes formas. También trepan y escalan una mayor distancia y con buena coordinación.
  • Son capaces de combinar acciones más complejas como lanzar, rebotar y atrapar la pelota, rodar aros por el piso y pequeñas pelotas por planos estrechos. El atrape de la pelota lo realizan con ambas manos sin requerir el apoyo del pecho como sucedía en el grupo de edad anterior.
  • Son capaces de percibir el espacio al saltar una cuerda o lanzar una pelota. También regulan sus movimientos al lanzar a un objeto a distancia y les gusta correr para pasar saltando un obstáculo a pequeña altura. Realizan saltos de longitud cayendo con semiflexión de las piernas y buena estabilidad.
  • Saltan con un pie y con los dos y ejecutan saltillos laterales y hacia atrás. Realizan la reptación (arrastrarse) con movimientos coordinados de brazos y piernas no sólo por el piso, sino también por arriba de bancos.
  • Consideramos oportuno reiterar que es importante tener en cuenta que aunque los niños pasan por estadios similares a lo largo de su desarrollo, se deben considerar que las características generales expresadas pueden variar en cada niño de acuerdo a sus particularidades individuales. Por ejemplo algunos niños pueden manifestar niveles de desarrollo que están por encima o por debajo de lo expresado.
  • Son capaces de apreciar lo bello de la naturaleza, mostrando sensibilidad a los animales, flores, paisajes, cambios naturales: la lluvia, puesta del sol, el arcoiris, y muestran gran emoción ante estos. Una de las particularidades del sistema nervioso que se destaca en los niños y niñas de estas edades es la gran emocionalidad que demuestran ante cualquier tipo de acontecimiento, manifestando reacciones que en ocasiones pueden sorprender a los adultos, pues se ríen sin control, realizan expresiones corporales exageradas, dentro de otras.
  • Aprecian las variaciones de la forma, el color, el tamaño de los objetos y establecen nociones de contrastes elementales como: alto- bajo, grande-chico, largo- corto, ancho-estrecho, dentro de otros y estas nociones las aplican a las acciones motrices. Ejemplo: Caminan con pasos largos y cortos, saltan lento y rápido, lanzan lejos y cerca, caminan delante o detrás del amiguito.
  • Participan activamente en las actividades en grupos, de carácter social y también en las del seno familiar y les gusta ser elogiado y que reconozcan sus actuaciones. El niño(a) de 5 a 6 años es muy independiente, capaz de vestirse solo, realizar sencillas encomiendas laborales como: sembrar semillas y plantas, regarlas, recoger y ordenar objetos y también organizan juegos más complejos, tanto de roles como motrices, imitando en estos las actividades de los adultos: hacen de chofer, piloto de avión, enfermera, constructor y estos roles se acompañan de un argumento que se mantiene durante un largo tiempo mientras están motivados y concentrados en su juego.
  • Los ámbitos que trabaja y desarrolla la motricidad (esquema corporal, orientación espacio-temporal, lateralidad, y otros) adquieren para el preescolar de 5 a 6 años un significado mayor gracias al desarrollo cognoscitivo alcanzado, ejemplo: en el concepto de la lateralidad son capaces de orientarse a la derecha y a la izquierda, no solo con relación a su propio cuerpo sino también con el de otros niños y con los de objetos a distancia, que con una simple indicación del adulto, son capaces de discriminar su ubicación. También establecen una mejor relación espacio-temporal, pues se desplazan hacia diferentes direcciones y al mismo tiempo varían el ritmo del desplazamiento realizándolo lento o rápido.
  • Comienzan a diferenciar los más diversos tipos de movimientos, a combinar unas acciones con otras: correr y saltar un obstáculo, correr y golpear pelotas, conducir objetos por diferentes planos, lanzar y atrapar objetos, etc. Demuestran gran interés por los resultados de sus acciones y se observa un marcado deseo de realizarlas correctamente, aunque no es objetivo de la enseñanza en esta edad que los resultados se logren de forma inmediata y mucho menos que siempre alcancen el éxito, pues los logros se van obteniendo en la medida que el niño(a) se adapta a las nuevas situaciones motrices y va adquiriendo la experiencia motriz necesaria para ir regulando sus movimientos.
  • La riqueza de movimiento que poseen los pequeños en este grupo de edad no solo se basa en el aumento de la complejidad y dificultad de las habilidades motrices básicas logradas en la edad anterior (4 a 5 años), sino también en el interés por la realización de actividades que pudieran estar más vinculadas a habilidades pre-deportivas relacionadas con el Ciclismo, Patinaje, Natación, Actividades en la naturaleza como: caminatas largas y de orientación, juegos, campamentos, etc.
  • Considerando que el avance en la esfera motriz del desarrollo ocurre paralelamente con los logros alcanzados en la esfera cognitiva y afectiva, exponemos a continuación una breve caracterización con relación a estas esferas.
  • En necesario aclarar que la referencia que se expone se refiere a niños y niñas con un desarrollo normal y constituyen una aproximación basada en observaciones a grandes grupos, pero no se debe dejar de considerar que aunque existen características comunes a todos los niños en un grupo de edad, hay que tener en cuenta las particularidades individuales que pueden coincidir o no con lo que a continuación se expresa.

desarrollo motriz en los niños de 5 a 6 años de edad

Las edades de 5 a 6 años constituyen el grupo terminal de la etapa preescolar. La continuidad del proceso de la actividad motriz iniciado desde el primer año de vida hasta este grupo de edad, debe garantizar que los pequeños adquieran las vivencias y conocimientos elementales que los preparen para la Escuela y para la vida.

Lo anterior significa que la preparación del niño(a) no debe centrarse en los grupos finales del preescolar o sea en la etapa anterior a la vida escolar, sino desde los primeros años, pues las influencias educativas que se ejercen en cada grupo de edad por las que va transitando el pequeño, tanto en las instituciones infantiles como en el seno del hogar, potencian su desarrollo en todas las esferas: motriz, cognitiva y afectiva. Las vivencias que el niño(a) adquiere en cada uno de los grupos etáreos, posibilitan la adquisición de conocimientos y habilidades que son básicos para los años que continúan.

La etapa preescolar es un periodo sensitivo para el aprendizaje y en la misma se forman los rasgos del carácter que determinan la personalidad del individuo. Las experiencias cognitivas y motrices de que se apropia el niño(a) en estas edades, si además están acompañadas por la afectividad que este necesita: cariño, buen trato, atención etc., garantizan el desarrollo armónico e integral como máxima aspiración de la educación.

Por la importancia que reviste lo planteado se ha pretendido brindar, mediante una serie de artículos dedicados a la motricidad del niño y la niña desde el primer año hasta el grupo de 5 a 6 años, algunas propuestas metodológicas que propicien informaciones básicas para educadores y padres, que los oriente como estimular actividades con los pequeños infantes, sin que peligre una aceleración del desarrollo, sino con el fin de contribuir a que este ocurra normalmente, por supuesto respetando la evolución de la ontogénesis.

En el presente articulo, que cierra esta serie, se ofrece una síntesis sobre la evolución del desarrollo ontogenético del preescolar de 5 a 6 años y las peculiaridades de la motricidad, como guía para orientar la labor pedagógica en este grupo de edad.

Objetivo: Ejecutar desplazamientos de diferentes formas.
Métodos: Práctico, verbal y juego.
Materiales: Bolsas rellenas y objetos que rueden o pelotas.

Parte Inicial:

Correr con movimientos libres de los brazos, imitando el vuelo de los pájaros.

El adulto imita al viento, soplando y emitiendo sonidos hacía el lugar donde sugiere a los niños desplazarse (a un lado y otro, hacia adelante y atrás). El adulto puede indicar verbalmente la dirección.

Caminar y flexionar el tronco imitando "pájaros" que picotean buscando alimento.

Parte Principal:

Los niños colocan bolsas en el piso y caminan sobre ellas. Se separan las bolsas para caminar bordeándolas (lento - rápido) y después pasarles por arriba sin tocarlas con los pies (hacía adelante y lateralmente).

Juego: Lluvia de pelotas.

El adulto lanza por el piso varias pelotas u objetos que rueden y motiva a los niños que corran para alcanzarlos. Cuando lo logren se estimula a que ellos mismos los lancen para volver a alcanzarlos.

Parte Final:

Caminar lentamente llevando cada niño la pelota en diferentes partes del cuerpo.


Como se puede apreciar en los ejemplos sugeridos, a partir de este grupo de edad, la actividad motriz puede tener una estructura organizativa donde se detallen en el plano teórico las partes que conforman la misma. En la practica estas partes son imperceptibles ya que guardan una estrecha relación.

Se puede iniciar la actividad con una primera parte dedicada a la realización de diferentes desplazamientos (caminando, corriendo, saltando) de manera que los niños logren orientarse en el espacio donde se mueven. Esta parte incluye también movimientos de expresión corporal que facilitan la disposición psico-fisica del niño para la parte que continua.

La segunda parte de la actividad llamada principal o medular es donde se propicia el desarrollo de las habilidades motrices básicas como: caminar por diferentes planos y alturas, correr bordeando o pasando obstáculos, saltar, rodar, lanzar, golpear de diferentes formas y combinaciones, reptación, cuadrupedia, escalamientos, trepas, así como las diferentes alternativas y combinaciones de cada uno de ellos como: deslizarse, balancearse, halar, empujar objetos, dentro de otros. Esta parte incluye un juego motor propiamente dicho, aunque toda la actividad se realiza en forma de juego, por lo que el mismo se utiliza en estas edades como medio y como método.

La tercera parte o final procura llevar al organismo a un estado más tranquilo, pausado, mediante la ejecución de tareas motrices de relajación y acompañadas de una respiración más lenta y profunda.

Las tareas motrices que se realizan en cada una de estas partes de la actividad están dirigidas a identificar al niño con su esquema corporal y con todas las posibilidades de utilización de su cuerpo, el manejo del espacio, el conocimiento del tiempo y las relaciones de cada uno de estos componentes.

Esta estructura es muy flexible así como los contenidos que se proponen sugerir al niño. Si los contenidos se planifican con antelación, deben ser susceptibles a cambios, pues ya desde estas edades el niño comienza a realizar muchos movimientos y acciones por su propia iniciativa, lo cual debe ser respetado por todo educador para no afectar el desarrollo de la independencia en los pequeños.

Cuando la actividad motriz del niño no se ejecuta de forma espontanea, sino cuando se realiza como una actividad pedagógica, puede asimilar este tipo de estructura y tener un tiempo de duración entre 15 y 20 minutos aproximadamente, con dos frecuencias en la semana.

La sesión de motricidad constituye un momento de gran valor educativo, en el que se puede establecer un contenido programatico que, sin ser estático ni esquemático, es considerado como una importante vía para contribuir al desarrollo de niños y niñas que ya a comienzan en la edad preescolar.

Actividades motrices en los niños de 3 a 4 años de edad

Objetivo: Caminar y correr con cambios de dirección libremente y por planos en el piso.
Métodos: práctico, verbal y juego
Material: Mariposa y flores de cartulina, tizas para dibujar.

Parte inicial:

Caminar dispersos por toda el área, lento y rápido, moviendo los brazos lateralmente, imitando el vuelo de las mariposas.

Cada niño se coloca agachado dentro de la flor (de cartulina) que ha sido colocada previamente en el piso. A la señal del adulto salen a "volar" por toda el área. A la otra señal de "llegó el cazador", los niños corren a ocupar cada uno su flor.

Parte Principal:

  • Se estimula para que los niños corran por toda el área tratando de agarrar la mariposa que lleva el adulto. Este se desplaza cambiando la dirección.

Los niños dibujan en el piso líneas rectas y con curvas para pasar por arriba: caminando hacia adelante, atrás y lateralmente (las manos se pueden llevar en diferentes partes del cuerpo). Al final corren por las líneas.

Juego: “A pasear por el campo”.

Se divide el grupo a la mitad. Se trazan en el área dos líneas a la distancia de 10 m que representan dos casas. En el centro, entre las dos líneas, se dibuja un círculo donde se ubica un niño. El resto de los niños se situará sobre una de las líneas (casas). El adulto invita a “pasear por el campo”. Los niños salen corriendo a tratar de llegar hasta la otra línea (casa). El niño que está en el círculo trata de agarrar al que no logre llegar a la "casa".

Parte Final:

Caminar lentamente y mover el cuerpo como si el viento los llevara a un lado y otro. Soplar haciendo sonidos como "el viento

  • En este grupo ya comienzan a atrapar con las dos manos la pelota que le lanzan rodando y también hacen intentos por capturar la pelota que le lanzan a corta distancia aunque lo realizan con ayuda de todo el pecho.
  • La acción de rodar la pelota se ejecuta en este grupo con mejor dirección no sólo por el piso, sino también por encima de bancos. Los lanzamientos se realizan con mayor variedad e inician el golpeo de la pelota con un pie.
  • En este grupo la carrera la realizan combinadamente: corren y caminan, corren y golpean o lanzan objetos; y también cambian la dirección de la carrera al bordear objetos colocados en el piso, si estos se encuentran separados unos de otros.
  • Además de subir y bajar la escalera con mejor coordinación y continuidad en los movimientos, comienzan a realizar la trepa a un plano vertical (cuerdas con nudos). Esta trepa la ejecutan con el cambio de agarre de las manos sin lograr todavía el desplazamiento de las piernas.
  • La reptación la realizan por el piso con movimientos alternos de brazos y piernas, pero aun sin buena coordinación y también la ejecutan por bancos donde se sostienen de sus bordes y con una ligera flexión de los brazos, desplazan todo el cuerpo, arrastrándose por el banco. Ejecutan la cuadrupedia en cuatro puntos de apoyo (pies y manos) por arriba de bancos y muros pero sin un movimiento continuo, por lo que se ejecuta descoordinadamente. Cuando realizan esta acción por las tablas inclinadas o a nivel del piso, recurren nuevamente al movimiento antecesor de gateo.
  • Caminan por tablas en el piso no solo hacia adelante sino también hacia atrás y por arriba de bancos y muros; al final de estos saltan hacia abajo. La mayoría de los niños cuando saltan de esta forma, caen con poca estabilidad y se observan las piernas extendidas en la caída. También saltan desde el piso, a caer sobre un obstáculo a pequeña altura y pasan saltando, objetos de 25 cm. (aproximadamente) de altura, colocados en el piso.
  • Como en los artículos anteriores recordamos que la caracterización motriz expresada anteriormente constituye solo una aproximación basada en observaciones realizadas a muestra de niños y niñas de este grupo de edad, bajo influencias educativas normales, por lo que debe considerarse que aunque un niño este en este grupo de edad sus características psicomotrices pueden variar de acuerdo a las particularidades de su desarrollo. De ahí la importancia de tener en cuenta las diferencias individuales.
El niño de 3 a 4 años realiza muchas acciones por si solo, demostrando mayor independencia que en el grupo de edad anterior. Comienza a diferenciar el color, la forma y el tamaño de los objetos utilizándolos, según sus propiedades, durante las actividades motrices. Se aprecia que a los niños de este grupo de edad, les gusta mucho imitar los objetos y fenómenos de la realidad, ejemplo: imitan que conducen autos, aviones, reproduciendo muchas acciones de la vida cotidiana, por lo que es sumamente importante facilitar al niño el contacto con todo el mundo exterior, a fin de que pueda adquirir suficientes y diferentes vivencias de la realidad.

Resalta en este grupo de edad la curiosidad del niño por todo lo que le rodea, con frecuencia pregunta el por qué de las cosas. Quiere conocerlo todo, saber el nombre de los objetos y su utilidad.

El niño entre 3 y 4 años es capaz de ocupar roles en el juego, por ejemplo: hace como si fuera el chofer y utiliza el aro como timón.

En este grupo de edad comienzan ciertas manifestaciones de acciones cooperativas entre un niño y otro, en ocasiones comparten sus juguetes y realizan algunas acciones en pequeños grupos: lanzar o rodar la pelota en parejas, caminar en grupos pequeños dados de las manos, girar en parejas, hacer rondas jugando en círculos, etc.

La motricidad del niño, en el período de tres a cuatro años, evoluciona como sigue: se desplazan caminando, corriendo y saltando en diferentes direcciones. El desarrollo de la orientación espacial mayormente lo demuestran al lanzar de diferentes formas y hacia diferentes puntos de referencia.

desarrollo motriz en los niños de 3 a 4 años de edad

A partir de los 3 años el crecimiento del niño transcurre mas lento. Las actividades motrices y juegos realizados al aire libre pueden contribuir favorablemente al mismo.

La gran riqueza de movimientos que se expresa en este grupo de edad, pues el pequeño quiere desplazarse constantemente y realizar nuevas proezas, puede tener cierta orientación pedagógica por parte del adulto, sin abusar, ni pretender asumir un papel directivo.

Si consideramos lo expresado con relación al crecimiento, algunas tareas motrices pueden sugerirse al niño realizando los movimientos con gran amplitud, a fin de contribuir al estiramiento de los diferentes planos musculares. El adulto debe ser muy observador de la actividad del niño, debiendo evitar que el pequeño cargue o traslade objetos de peso, así como intervenir cuando el niño realice ejecuciones reiterativas de algunas tareas sin la alternancia de cada miembro, tanto superior como inferior, ejemplo: saltar con un solo pie, lanzar con una mano. En estas tareas debe hacerse énfasis en la atención a la ejecución bilateral. Otras tareas como saltos desde alturas deben realizarse ejecutando la caída en superficies suaves (colchón, césped, arena). Con estas precauciones protegemos las articulaciones, que en esta edad tienen predominio de tejido cartilaginoso, gracias a lo cual se produce el crecimiento.

La intervención del adulto puede estar orientada a proponer al niño algunas tareas y juegos que beneficien el desarrollo de su postura, lo que se logra mediante diferentes actividades que contengan tareas de equilibrio, como: caminar libremente llevando un objeto (sin peso) en la cabeza, caminar por líneas trazadas en el piso, por cuerdas, tablas, bancos, muros; rodar pelotas pequeñas o conos con uno y otro pie (sin calzado), caminar por terrenos con desnivel en su superficie, bajar y subir obstáculos de diferentes alturas, mantenerse en uno o dos pies sobre objetos pequeños, dentro de otras.

Objetivo: Lanzar objetos y caminar por planos en el piso.

Materiales: pelotas pequeñas de goma, tela o papel maché.

  • Invitar a los niños a coger cada uno una pelota y jugar con ella como deseen.

  • Motivarlos a caminar llevando la pelota como quiera cada cuál y a una señal pararse y colocar la pelota en una parte del cuerpo donde no se pueda ver. Se repite 2 o 3 veces, colocándose la pelota en diferentes partes del cuerpo. Se observan y se destacan las respuestas individuales de los niños.

  • Se indica separarse unos niños de otros y cada cual lanzar la pelota al espacio. Posteriormente se señala hacía una pared, árbol o lugar adecuado para lanzar todos la pelota hacía ese lugar. Se repite la acción señalando hacía otro lugar para el lanzamiento.

  • Posteriormente se indica a los niños a colocar el objeto que utilizaron para lanzar en una caja y se les invita a caminar sobre tablas anchas colocadas en el piso o en su lugar caminar y correr (alternadamente) por el piso entre cuerdas colocadas paralelas (dejar suficiente separación entre una cuerda y la otra).

  • El adulto toma una pelota de la caja e invita a los niño a correr hacía el lugar donde ella o él lanzará la pelota. Se repite después que los niños respondan a la tarea, lanzando la pelota a otra dirección. Si algún niño recoge la pelota se le propone realizar el lanzamiento.

  • Al final se invita a los niños a caminar por el área llevados por el viento (el adulto imita el sonido del viento y transmite al niño mediante expresiones como: sopla el viento, nos mueve lentamente, nos lleva de lado, nos hace caer) y ejecuta los movimientos con los niños.

Como se pude apreciar en los ejemplos anteriores no se hace énfasis en una estructura de la actividad donde se divida la misma en tres partes: inicial, medular y final, pues por las particularidades de niños tan pequeños no se requiere de tal precisión metodológica. A partir de la edad que continúa (3-4 años) recurriremos a este tipo de estructura de la actividad, pero con la flexibilidad que nos exige la enseñanza preescolar.

Los ejemplos que se ofrecen solo constituyen una guía para la acción pedagógica con los niños de este grupo de edad. Cada tarea que compone la sesión correspondiente se adecua a las características del grupo y por supuesto a las particularidades de la edad.

Lo más importante en la concepción de estas actividades es que las mismas se ofrezcan al niño en algún momento del día y frecuencia de la semana para que conjuntamente con sus juegos libres, constituyan momentos de esparcimiento aprendizaje y por consiguiente de desarrollo para el pequeño.

Actividades motrices en los niños de 2 a 3 años de edad

Objetivo: Caminar y correr con cambios de dirección libremente y por objetos en el piso.

Materiales: Mariposa y flores de cartulina.

  • Se invita a los niños a caminar por el área, cada niño por donde desee y mover los brazos imitando el vuelo de la mariposa que el adulto muestra con una mariposa de papel que mueve sus alas.

  • La mariposa vuela lento y rápido por toda el área y después se coloca en una flor para tomar su miel (Se motiva a cada niño colocarse sobre la flor de cartulina colocada en el piso previamente, una flor para cada niño).

  • La mariposa toma la miel de la flor (Cada niño se expresa como desee) y vuelve a volar. El adulto dice: Comienza la lluvia, y se esconde debajo de la flor para no mojarse (él adulto recoge del piso la flor de cartulina y se tapa su cuerpo para que los niños también lo realicen, cada uno con su flor se tapa el cuerpo como desee

  • El adulto señala que dejo de llover y cada niño (mariposa) sale a pasear llevando la flor en sus manos y también en la cabeza o en la espalda.(él adulto lo ejecuta con los niños)

  • Al final los invita a colocar cada niño la flor en el piso y caminar todos lentamente entre las flores sin pisarlas para que no se marchiten.


  • Como se ha podido apreciar en los ejemplos citados, cuando el niño avanza en este grupo de edad, la motricidad se hace más compleja, incorporándose nuevas formas de movimiento. Se observa un salto cuantitativo en las acciones motrices, por lo que esta etapa de la vida es llamada de gran "explosión motriz".
  • En observaciones que hemos realizado a la actividad motriz con niños de 2 a 3 años, se aprecian las primeras manifestaciones de la carrera y el salto, dos habilidades que en el grupo anterior carecían de la fase de vuelo (despegue de los pies del piso) y que en este grupo pueden ser identificadas. Se destaca también un gran salto cuantitativo en el desarrollo de acciones combinadas como: - caminar y correr, caminar y saltar, caminar y lanzar.
  • Se aprecia también que los niños alternan frecuentemente el caminar con la carrera y caminan por arriba de bancos o muros a pequeña altura del piso, aunque en la mayoría de los casos los movimientos no lo hacen de forma continua, o sea caminan se paran y continúan caminando.
  • Realizan el lanzamiento y el rodar pelotas pequeñas con una y dos manos, no sólo hacia adelante y hacia arriba, sino también dirigido a un objeto colocado a poca distancia, pero aún carecen de orientación para llegar directamente al objetivo.
  • La cuadrupedia por el piso la ejecutan apoyando pies y manos y esta se ejecuta generalmente en una sola dirección. También gatean por arriba de tablas inclinadas y bancos a pequeña altura. Este desplazamiento lo realizan de forma continua.
  • El escalamiento presenta una ejecución peculiar pues el ascenso se realiza colocando un pie y la mano del mismo lado, continúan con la colocación del otro pie y la mano correspondiente, y no se aprecia continuidad en el movimiento. El descenso requiere aún de la ayuda del adulto.
  • Saltan con ambas piernas y como hemos expresado con mayor despegue de los pies del piso, incluso saltan por arriba de pequeños objetos colocados en el piso, ejecutándolo solamente en una dirección.
  • Se desplazan reptando sin separar el cuerpo del piso cuando se encuentran una tabla a poca altura, que les facilita pasar por debajo de ella, lo realizan llevando los dos brazos al frente y a partir de este apoyo de los brazos, empujan su cuerpo hacia delante para lograr el impulso.
  • Suben y bajan trepando obstáculos a poca altura sin apoyarse con todo el cuerpo sólo con los brazos y las piernas.
  • Teniendo en cuenta las características motrices de esta edad, pueden organizarse actividades que estimulen esta motricidad y que contribuyen a mantener en el niño un estado de ánimo alegre, activo y propician las relaciones entre sus compañeros y el adulto.
  • En este grupo de edad se destaca también una mayor incidencia del segundo sistema de señales, pues el lenguaje del niño se enriquece aumentando el vocabulario y hay una mejor comprensión del lenguaje del adulto. Este aspecto es considerado en la acción pedagógica, ya que permite hacer propuestas a los niños para la realización de tareas motrices y juegos con acompañamiento de frases o palabras en metáforas, lo que incentiva además la motivación del niño para la realización de las mismas, ejemplos: Caminar como el perro, saltar como la pelota. Si además se le sugiere al niño que emita frases o sonidos que acompañen el movimiento propuesto, se logra un mejoramiento de su sistema respiratorio en proceso de desarrollo, pues al pronunciar un sonido, se expulsa con mayor facilidad el oxigeno, evitando retención del mismo durante la ejecución de determinado movimiento, facilitando así un mejor ritmo respiratorio.
  • En la medida que se desarrolla el lenguaje y el pensamiento del niño, se modifica cualitativamente la comprensión del lenguaje del adulto, el pequeño no solo comprende sino que comienza a escuchar con interés (es el período de formación del lenguaje activo). En este sentido las tareas motrices pueden ser propuestas al niño haciendo referencia también a partes de su cuerpo y formas de actuar con estas, ejemplo: caminar apoyando las manos y los pies: como camina el perro, saltar con las dos piernas imitando el salto de la pelota.
  • La capacidad de desplazamientos que tiene el niño de este grupo de edad es una adquisición que aumenta el desarrollo de la orientación. Esto permite además, incorporar a la tarea propuesta en el ejemplo anterior, indicaciones que orienten al niño en el espacio: Ejemplo: caminar apoyando pies y manos (como el perro), hacía adelante, hacía atrás, a un lado y el otro, Saltar con las dos piernas: como la pelota, hacía arriba, hacía adelante.

La actividad motriz del niño de 2 a 3 años

  • El grupo de 2 a 3 años marca el limite entre la edad temprana y preescolar. En esta primera etapa de la vida del niño ha ocurrido un crecimiento acelerado en el organismo y se destacan importantes logros en el desarrollo, fundamentalmente en la esfera motriz.
  • A los 3 años la denominada -crisis del desarrollo- da lugar a una "autonomía" en el niño que antes no existía. La dependencia del adulto disminuye, lo que no significa que el niño necesite de este. Los niños comienzan a incorporar nuevas formas de movimiento y los expresan con mayor independencia, pero como algunos de estos movimientos no están totalmente logrados (subir y bajar escalones, saltar desde pequeñas alturas, caminar por planos elevados), el adulto interviene y en muchos casos con exceso de directividad, limitando las posibilidades del niño. Este echo muchas veces trae como resultado conflictos con el pequeño, agudizando más la crisis del desarrollo mencionada. En este sentido debemos procurar brindar al niño nuestra confianza y proporcionarle la mayor seguridad posible en los lugares y objetos donde actúa, sin limitar o interrumpir de forma brusca sus movimientos. Podemos ofrecerle a los pequeños diferentes niveles de ayuda cuando lo requieran, y preferentemente incorporarnos a sus tareas y juegos, no para darles todo el tiempo la respuesta o solución a las mismas, sino estimulándoles ejecuciones con esfuerzo propio y brindándoles la suficiente motivación.

jueves, 18 de junio de 2009

Lo juegos para el desarrollo psicomotor en los infantes

La aplicación o la intervención de la psicomotricidad en la educación de los niños se hace de una forma muy divertida y entretenida. Tanto se puede desarrollarla en lugares al aire libre o en recintos cerrados. No se puede ignorar que la psicomotricidad es un estímulo o una reeducación, a través de los movimientos. Los niños, en general, ya aplican la psicomotricidad en su vida cotidiana, al montar bicicletas, triciclos, al patinar, saltar a la comba, correr, jugar a la pelota, etc. La psicomotricidad dirigida está para mejorar esa estimulación o, en el caso de alguna deficiencia, reeducar al niño.

Las clases de estimulación son divididas por edades como forma de situar al niño según sus posibilidades y capacidades. Mediante los juegos de movimiento, los niños se desarrollarán físicamente y aprenderán conceptos como derecha, izquierda, delante, detrás, arriba,... que les ayudarán a situarse en el espacio y a ajustar sus movimientos. Los distintos y variados juegos de los cuales participarán los niños les darán una mejor coordinación, equilibrio, orientación y seguridad.

La psicomotricidad en la educación infantil

En la intervención psicomotriz se considera de primordial importancia:
- El profundo respeto a la madurez y al desarrollo de cada niño
- La intervención de fuera para dentro, es decir, del sensomotor hasta la interiorización
- Potenciar la espontaneidad y la creatividad del niño, a través de la percepción, representación, control, y equilibrio.

Didáctica y materiales

Desde el principio de las clases se insiste mucho en la socialización del niño. Practicar juegos con el otro, en pequeños y en grandes grupos. Se usarán diversos materiales como medio de intercambio, de comunicación, y cooperación. Se utilizan aros, pelotas, cuerdas, picas, telas, pañuelos, bancos, zancos, colchonetas, mantas, cajas de cartón, bloques de goma-espuma, etc., y serán dirigidos por estímulos exteriores como la música. Generalmente, las clases son divididas en tres etapas: el movimiento, la relajación y la expresión (representación).

En la primera etapa, se emplea juegos relacionados con una música. Se juega con todo tipo de objetos, y con todo tipo de técnica que haga mover a los niños. Se investiga las innumeras utilizaciones de cada objeto, se impulsa las relaciones, y la cooperación entre el grupo. El movimiento nunca es buscado como fin sino como medio. En la segunda etapa se introducen técnicas de relajación. El niño busca un lugar cómodo para tumbarse y tranquilizarse, y pasa a sentir la música. La tercera etapa está relacionada con la expresión. Se intenta que el niño hable, opine, y exprese, a través de diferentes lenguajes, verbal, representativa, plástica, etc., las sensaciones, vivencias, y conceptos que ha experimentado durante la clase.

El principal papel del educador es el de proponer objetos, situaciones, sonidos, etc. Temas generales de búsqueda, dejando a los niños explorar ellos mismos todos esos elementos, y saber esperar a que en sus búsquedas los niños los necesiten. Solamente en estas condiciones la expresión es auténtica, libre, espontánea, y es donde las actitudes de huida, inhibición, de aprobación u oposición, etc., aparecen o desaparecen.

Beneficios del desarrollo motor

Esencialmente, la psicomotricidad favorece a la salud física y psíquica del niño, por tratarse de una técnica que le ayudará a dominar de una forma sana su movimiento corporal, mejorando su relación y comunicación con el mundo que lo rodea. Está dirigido a todos los niños y niñas, normalmente hasta los 7 años de edad, y en casos especiales está recomendado para aquellos que presentan hiperactividad, déficit de atención y concentración, y dificultades de integración en el colegio.

La psicomotricidad permite al niño a explorar e investigar, superar y transformar situaciones de conflicto, enfrentarse a las limitaciones, relacionarse con los demás, conocer y oponerse a sus miedos, proyectar sus fantasías, vivir sus sueños, desarrollar la iniciativa propia, asumir roles y disfrutar del juego en grupo, y a expresarse con libertad.

Los beneficios de la psicomotricidad en los niños y bebés

- Conciencia del propio cuerpo parado o en movimiento.
- Dominio del equilibrio.
- Control de las diversas coordinaciones motoras.
- Control de la respiración.
- Orientación del espacio corporal.
- Adaptación al mundo exterior.
- Mejora de la creatividad y la expresión de una forma general.
- Desarrollo del ritmo.
- Mejora de la memoria.
- Dominio de los planos: horizontal y vertical.
- Nociones de intensidad, tamaño y situación.
- Discriminación de colores, formas y tamaños.
- Nociones de situación y orientación.
- Organización del espacio y del tiempo.

Diversión segura

La psicomotricidad es una técnica que por intervención corporal, trata de potenciar, instaurar y/o reeducar la globalidad de la persona, aspectos motores, cognitivos y afectivos. A través de la psicomotricidad se pretende que el niño, al tiempo que se divierte, también desarrolle y perfeccione todas sus habilidades motrices básicas y específicas. Además, que el niño potencie la socialización con personas de su misma edad y fomente la creatividad, la concentración, la relajación, etc.

psicomotricidad

Su definición todavía está en marcha, ya que a medida que avanza y es aplicada, se va extendiendo a distintos y variados campos. Al principio la psicomotricidad era utilizada apenas en la corrección de alguna debilidad, dificultad, o discapacidad. Hoy, va a más: la psicomotricidad ocupa un lugar importante en la educación infantil, sobre todo en la primera infancia, en razón de que se reconoce que existe una gran interdependencia entre los desarrollos motores, afectivos e intelectuales. La psicomotricidad es la acción del sistema nervioso central que crea una conciencia en el ser humano sobre los movimientos que realiza a través de los patrones motores, como la velocidad, el espacio y el tiempo.

Movimiento y actividad psíquica

El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras el psico determina la actividad psíquica en dos fases: el socio afectivo y cognitivo. En otras palabras, lo que se quiere decir es que en la acción del niño se articula toda su afectividad, todos sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.

La teoría de Piaget afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los niños. En los primeros años de vida, hasta los siete años aproximadamente, la educación del niño es psicomotriz. Todo, el conocimiento y el aprendizaje, se centra en la acción del niño sobre el medio, los demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento.

Estimulación y reeducación

A través de la psicomotricidad se puede estimular y reeducar los movimientos del niño. La estimulación psicomotriz educacional se dirige a individuos sanos, a través de un trabajo orientado a la actividad motriz y el juego. En la reeducación psicomotriz se trabaja con individuos que presentan alguna discapacidad, trastornos o retrasos en su evolución. Se tratan corporalmente mediante una intervención clínica realizada por un personal especializado.

Principios y metas de la psicomotricidad infantil

La psicomotricidad, como estimulación a los movimientos del niño, tiene como meta:
- Motivar la capacidad sensitiva a través de las sensaciones y relaciones entre el cuerpo y el exterior (el otro y las cosas).
- Cultivar la capacidad perceptiva a través del conocimiento de los movimientos y de la respuesta corporal.
- Organizar la capacidad de los movimientos representados o expresados a través de signos, símbolos, planos, y de la utilización de objetos reales e imaginarios.
- Hacer con que los niños puedan descubrir y expresar sus capacidades, a través de la acción creativa y la expresión de la emoción.
- Ampliar y valorar la identidad propia y la autoestima dentro de la pluralidad grupal.
- Crear seguridad al expresarse a través de diversas formas como un ser valioso, único e irrepetible.
- Crear una conciencia y un respeto a la presencia y al espacio de los demás.


Signos de crecimiento y Desarrollo motriz

Desarrollo motriz
Los estudios sobre las edades en que los niños llegan a esas marcas fácilmente comprobables de desarrollo motriz (sentarse con ayuda, sentarse solo; arrastrarse, gatear, ponerse de pie con ayuda, ponerse de pie solo) muestran la amplia gama de diferencias entre los distintos niños. Algunos bebés se ponen sobre el estómago rodando completamente en edad tan temprana como podrían ser las veinte semanas mientras otros no pueden hacer lo mismo hasta no tener treinta y seis semanas. ¡Es una diferencia de casi cuatro meses! Estas diferencias parecen ser ciertas durante todo este período de desarrollo motriz. De modo que cuando los textos dicen “el niño normal”, y vuestro niño está un mes adelantado o retrasado con respecto a estas mediciones, no os exaltéis ni deprimáis. Si vuestro niño es prematuro o ha tenido un peso bajo de nacimiento (menos de tres kilos), lo más posible es que tarde un poco más en alcanzar estos puntos de crecimiento. Si la dieta es buena y le habéis permitido un movimiento ilimitado de brazos y piernas en la cuna, no es nada necesario que apuréis su crecimiento y desarrollo aunque, de más está decirlo, esos esfuerzos vuestros también resultarían infructuosos.

Desarrollo motriz del bebé

Con esta precaución, puede esperar razonablemente que su bebé llegue a sentarse por sí solo en algún momento dentro de las veintiocho semanas; pocas semanas después, empezará a arrastrarse y a gatear. Algunos gatean antes de reptar y otros hacen al revés. Alrededor de una semana o así después, el bebé empieza a ponerse de pie con ayuda.
Cada uno de estos acontecimientos no se produce de improviso. Varias semanas de práctica y tanteo preceden a cada hecho; por esa razón, vuestro niño necesita espacio y tiempo para realizar movimientos sin restricciones. Los primeros intentos son torpes, pero el cuerpo, con la práctica, se vuelve gradualmente coordinado haciendo que los movimientos sean más rápidos y precisos.
Este desarrollo de músculos largos (tronco, brazos y piernas) aumenta de forma considerable el campo de acción del niño. El desarrollo de músculos cortos (manos y dedos) también tiene lugar durante estos tres meses. El niño puede mover el pulgar hacia el centro de la palma a mediados de este período (antes de los nueve meses) y puede llegar a tocarse la punta de un dedo con la yema del pulgar. Pensad en lo que esto significa: a los nueve meses, el niño puede avanzar hacia un objeto por medio de su propio poder motriz, cogerlo con precisión, mantenerlo en la mano y examinarlo. El pulgar opuesto es una de las grandes y especiales características de los seres humanos; nos permite la utilización de herramientas. Pero también capacita a los niños a meter los dedos en los enchufes eléctricos, abrir aparadores y meterse en situaciones peligrosas. Como todo lo que respecta al crecimiento y a los seres humanos, es una mezcla de bendición y maldición, pues todo depende de lo que haga el niño con su recién adquirida capacidad y de cómo le responde a lo que haga.

Niños bebes

Los miembros del grupo de padres necesitan compartir las formas en que crían a sus hijos de modo que queden satisfechas las expectativas que tienen todos esos niños. El salir y tener tiempo libre no afecta en nada el apego que el niño tiene con su familia y puede resultar una experiencia muy positiva tanto para la criatura como para los padres.
Pero, ¿qué hacer con el cuidado durante el día? Significa muchas horas de cuidado a cargo de un desconocido y en sitio extraño. Puede ser una necesidad si los dos padres tienen que trabajar. La primera opción tiene que ser el cuidado en la propia casa, pero esto os puede costar mucho más que poner vuestro hijo en una guardería, parvulario, jardín de infantes o en una cooperativa de padres. Tenéis que tomar muchas precauciones y analizar muy seriamente esta situación antes de dar un paso tan importante para el futuro del niño.

Señales de desarrollo

Señales de desarrollo
El lenguaje
La capacidad verbal del niño aún no se expresa hablando, sino escuchando y comprendiendo. Ahora entiende que las palabras poseen significados. El niño puede obedecer órdenes simples como . Dile adiós con la mano”, “Tráeme la pelota o el Juguete o la muñeca”, “Abre bien la boca”, “Ven °on mamá o con papá”. El niño también reconoce “niño bueno” o “niña buena” si se lo decís con entusiasmo después de que ha hecho algo bien.