sábado, 20 de junio de 2009

  • En este grupo de edad se destaca también una mayor incidencia del segundo sistema de señales, pues el lenguaje del niño se enriquece aumentando el vocabulario y hay una mejor comprensión del lenguaje del adulto. Este aspecto es considerado en la acción pedagógica, ya que permite hacer propuestas a los niños para la realización de tareas motrices y juegos con acompañamiento de frases o palabras en metáforas, lo que incentiva además la motivación del niño para la realización de las mismas, ejemplos: Caminar como el perro, saltar como la pelota. Si además se le sugiere al niño que emita frases o sonidos que acompañen el movimiento propuesto, se logra un mejoramiento de su sistema respiratorio en proceso de desarrollo, pues al pronunciar un sonido, se expulsa con mayor facilidad el oxigeno, evitando retención del mismo durante la ejecución de determinado movimiento, facilitando así un mejor ritmo respiratorio.
  • En la medida que se desarrolla el lenguaje y el pensamiento del niño, se modifica cualitativamente la comprensión del lenguaje del adulto, el pequeño no solo comprende sino que comienza a escuchar con interés (es el período de formación del lenguaje activo). En este sentido las tareas motrices pueden ser propuestas al niño haciendo referencia también a partes de su cuerpo y formas de actuar con estas, ejemplo: caminar apoyando las manos y los pies: como camina el perro, saltar con las dos piernas imitando el salto de la pelota.
  • La capacidad de desplazamientos que tiene el niño de este grupo de edad es una adquisición que aumenta el desarrollo de la orientación. Esto permite además, incorporar a la tarea propuesta en el ejemplo anterior, indicaciones que orienten al niño en el espacio: Ejemplo: caminar apoyando pies y manos (como el perro), hacía adelante, hacía atrás, a un lado y el otro, Saltar con las dos piernas: como la pelota, hacía arriba, hacía adelante.

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